El último lunes del mes de mayo se celebra en este país (EE.UU.) el famoso Memorial Day (Día de los Caídos), esta celebración es para recordar a los millones de soldados norteamericanos que han caído en las guerras, que este país se ha visto obligado a librar en diferentes partes del mundo por preservar la libertad y la dignidad humana de gobiernos opresores y tiránicos como el nazismo y el comunismo.
La celebración principal se efectúa en el Cementerio Nacional de Arlington en Washington D.C. ante La Tumba del Soldado Desconocido. Solamente en la II Guerra Mundial casi 4 millones de soldados norteamericanos murieron en su lucha por la defensa de la democracia en el mundo, especialmente en la guerra del Pacífico contra Japón. No sé cuantos murieron en la guerra de Corea, pero si sé que en la guerra de Vietnam murieron 56,000 jóvenes norteamericanos; tengo varios amigos veteranos de esa horrible matanza. En la guerra que los EE.UU. lleva más de 10 años librando en el Medio Oriente no sé cuantos han muerto, pero la cifra ya supera los 10,000; es lamentable que esto ocurra, sin contar los miles de veteranos que regresan mutilados a la patria o con el síndrome postraumático que hace que muchos se suiciden. La guerra es un flagelo que debemos evitar a toda costa, por eso nos horrorizamos cuando oímos voces irresponsables estimulando a que vuelvan a sonar los tambores de la guerra y que los cañones rompan su silencio. Pero como alguien dijo «la libertad no es barata», hay una frase en inglés que dice “freedom is not free”, lo cual es cierto. La libertad que ahora disfrutamos en América ha costado millones de vidas. Nos inclinamos respetuosos ante las tumbas de aquellos que dieron sus vidas en los campos de batalla por preservar la libertad de este y de otros pueblos del mundo, pero eso no quiere decir que debemos echar leña al fuego de la guerra. Debemos ser «pacificadores», los cristianos somos seguidores del Príncipe de Paz (Isaías 9:6), por eso nos hacemos eco de las palabras de Jesús en Mateo 5:9 «Bienaventurados los pacificadores porque ellos serán llamados hijos de Dios» Amén.
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El día 20 de mayo del año 1902 terminó la dominación norteamericana en Cuba y nació la nueva república que José Martí quería «con todos y para el bien de todos».
Lamentablemente, los inicios de la nueva nación se vieron enturbiados por mezquinas aspiraciones caudillistas de algunos de sus fundadores. Lo cierto es que el experimento democrático se frustró y la recién nacida república se vio sumida en luchas partidistas y mezquinas, que finalmente dieron al traste, y ocurrió la desgracia del 1ro de enero del año 1959 que todos conocemos y hemos sufrido por más de medio siglo. ¿Por qué recuerdo esta fecha? La recuerdo porque ella era el fruto del amor y del sacrificio de miles de hombres que dieron sus vidas en los campos de batalla de Cuba por la independencia de la nación del yugo español. No es casualidad que Martí muriera el 19 de mayo y la republica naciera un 20 de mayo ¿coincidencias? ¿Verdad? Patria es más que un pedazo de tierra. Patria es más que una bandera y un escudo. Patria es un conjunto de valores, de costumbres, de ideales que se ven concretados en una fecha. Así fue para EE.UU. el 4 de julio. Tenemos que reconocer que el experimento democrático del 20 de mayo no fue feliz, el niño nació con problemas congénito, uno de ellos es la ambición desmedida de algunos hombres. La frase de Martí «La patria es ara y no pedestal» fue ignorada por los caudillos que abortaron la recién nacida nación, lo cual nos enseña que el problema está en los hombres y no en las instituciones. Si un juez es corrupto, lamentablemente, afecta la credibilidad del sistema judicial. Si un congresista es corrupto afecta la credibilidad del sistema democrático representativo. Pero el sistema es bueno, los que son malos son los seres humanos, ahí está la clave del problema; es necesario mejorar al hombre y eso sólo puede hacerlo Cristo. El secreto se llama “el nuevo nacimiento” (Juan 3:7) (2da de Corintios 5:17). Si queremos instituciones sanas tenemos que tener hombres y mujeres sanos, y eso sólo Cristo puede hacerlo. Amén. Ayer domingo 12 de mayo se celebró en este país, y en muchos otros, el ya tradicional Día de las Madres (segundo domingo de mayo). Lo que muchos ignoran es que este día es una iniciativa cristiana, pero que lamentablemente, como muchas otras, nos ha sido secuestrada por la mercadotecnia y el mundo no cristiano.
La celebración de este día comenzó en Filadelfia a principios del siglo XX, fue una mujer cristiana (metodista) llamada Anna Jarvis quien quiso homenajear a su difunta madre y repartió claveles rojos entre los exalumnos de su difunta madre. La idea cayó bien, y al año siguiente se repitió y se extendió a otras iglesias del área, así como a otras instituciones tales como logias, cámaras de comercio, etcétera. Algunas ciudades adoptaron la iniciativa, y la misma se extendió hasta llegar a Cuba poco tiempo después donde un concejal de la ciudad de La Habana, Pastor del Rio, la promovió y la hizo ley. Así este día se popularizó, y esto es más o menos el origen de este hermoso día. Sin embargo, queremos destacar la importancia que da la Biblia a la maternidad. Dios escogió a una mujer, Maria, para que de su vientre viniera el Mesías; eso nos dice el valor que Dios le da a la maternidad. La Biblia está llena de elogios para las madres, especialmente el libro de los Proverbios. Hoy lamentablemente este concepto casi sagrado de la maternidad está siendo duramente atacado por el divorcio, el aborto y otras prácticas maltusianas de control de la natalidad, atentan contra la maternidad. Dicen algunos que desde que el aborto se hizo legal en EE.UU. hace 50 años han muerto casi 50 millones de niños ¡Eso es un verdadero genocidio! San Pablo elogia a la abuela y a la madre de Timoteo, Loida y Eunice (2da de Timoteo 1:5). Mi hijo Nilo David dice que lo que él sabe de la Biblia lo aprendió de labios de su abuela Celia y de su madre Virginia durante los años en que yo estaba en las cárceles comunistas de Cuba. No nos cansaremos de darle gracias a Dios por las madres ¡Loor a las madres! ¡Qué Dios las bendiga madres queridas! Amén. Mayo es el quinto mes del año, el cual es famoso porque algunos le llaman El Mes de las Flores. Muy cierto, en este mes los campos están florecidos de manera exuberante, pero en este mes, como en todos, han nacido personajes que se han destacado en la historia, unos para bien y otros para mal, usted juzgará.
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AutorNilo Domínguez Archivos
Enero 2021
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