Con ese nombre se conoce en América del Sur a Simón Bolívar, que nació en Caracas, Venezuela el 24 de julio del año 1783. Nacido en una cuna noble recibió una esmerada educación en España a donde sus padres le enviaron siendo un jovencito. Tanto la revolución francesa como la revolución americana impactaron fuertemente su vida, así que desde muy joven abrazó la causa de la libertad de los pueblos de América del Sur.
El 5 de julio de 1811 un grupo de rebeldes encabezados por Simón Bolívar y Francisco Miranda se levantaron en armas contra España. El intento libertario terminó con la muerte de Miranda y el exilio de Bolívar, pero animado por un espíritu invencible volvió a la guerra, y ahora con nuevos bríos y nuevos recursos realizó la hazaña militar más grande que se recuerde en América del Sur, cruzó la cordillera de los Andes en pleno invierno y sorprendió a las fuerzas españolas derrotándolos en la famosa batalla de Boyacá, que selló la independencia de Colombia. Dos años más tardes se alcanzó la independencia de Venezuela, y uno más tarde la de Ecuador; estas tres naciones formaron lo que se llamó la Gran Colombia con Bolívar como presidente. Sus anhelos de libertad para todo el continente le hicieron colaborar con José de San Martín en Argentina logrando la liberación del Perú. El Alto Perú fue llamado posteriormente Bolivia en su honor. Lamentablemente el final de su vida no fue muy brillante; intrigas palaciegas y miserias humanas deslucieron un poco el final de esta vida extraordinaria. Martí dijo de él «Bolívar tiene que hacer todavía en América» indicando con ello que la labor libertaria no estaba completada mientras existieran dictadores locales e injusticia social. Algunos regímenes de izquierda de los últimos tiempos han usado esta idea para sus propios fines, muy lejos de los que perseguía El Libertador, pero el mundo necesita otro libertador mayor que Bolívar, y ese libertador es JESÚS, el Carpintero de Galilea, el que hace que un pecador se arrepienta y rompa las cadenas del pecado, del odio, del vicio, de superstición, etc., ese es mi Libertador Jesucristo. ¿Tienes ya a ese Libertador contigo? ¡Te invito a buscarlo hoy! (Juan 8:36)
1 Comentario
Lucy Hernandez
7/22/2019 05:11:47 pm
Mi querido pastor Nilo, nuestro Salvador y Señor Jesucristo sigue glorificandose en su vida llenandolo del conocimiento de Su palabra y la sabiduría que posee en tantas áreas. Le doy gracias al Señor por tenerlo en mi vida y le ruego a Él que lo cuide y lo siga usando para Su honra y Su gloria. Un abrazo. Lucy.
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AutorNilo Domínguez Archivos
Enero 2021
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