La Entrada Triunfal de Cristo
Ayer 14 de abril fue el Domingo de Ramos (Palm’s Sunday). Así comienza la llamada Semana Santa, con la entrada triunfal de Cristo en Jerusalén. ¿Qué significa eso para nosotros hoy a dos mil años de distancia?. Debe significar mucho… Han sido muchos los líderes que han entrado triunfalmente en alguna ciudad alguna vez. Me viene ahora a la memoria dos de esas entradas triunfales: 1) La entrada de Julio César en Roma, cuando después de vencer a los godos en las guerras de las Galias, cruzó el río Rubicón y se dirigió victoriosamente hacia Roma iniciando así el Imperio Romano. 2) La entrada triunfal de Napoleón en Paris a su regreso triunfal de su campaña de Egipto cuando frente a las pirámides dijo aquella famosa frase «Soldados, 4 mil años de historia os contemplan». El Arco de Triunfo de París fue levantado para conmemorar el episodio. Sin embargo, todas estas entradas triunfales fueron muy diferentes de la de Jesús en Jerusalén. Mientras que Julio César y Napoleón entraban montados en briosos corceles de guerra, el humilde carpintero de Galilea entraba montado sobre un pichón de burro, animal de trabajo, la diferencia es abismal… Hoy Cristo quiere entrar en nuestra sociedad occidental de la cual lo hemos expulsado. Cristo ha sido expulsado de las escuelas cuando se prohibió leer la Biblia y orar allí. Cristo fue expulsado de las cortes judiciales cuando se ordenó retirar Los Diez Mandamientos de las mismas. Cristo ha sido expulsado de nuestra política que se ha vuelto cada vez más sucia. Cristo ha sido expulsado de nuestros negocios. Y lo peor, Cristo ha sido expulsado aun de muchas de nuestras iglesias. El mercantilismo (marketing) se ha vuelto el nuevo estilo de algunas de las llamadas Iglesias del Evangelio de la Prosperidad donde sólo se habla de dinero. Cuando vemos las suntuosas catedrales vacías, cuando vemos la vida fastuosa que se dan los papas, los obispos y hasta algunos líderes evangélicos, nos damos cuenta de que Cristo necesita entrar de nuevo y expulsar a los mercaderes del templo como lo hizo más de una vez (Juan 2:13-15). Cristo quiere entrar en tu hogar, en tu negocio, en tu corazón. ¿Lo dejarás entrar?
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AutorNilo Domínguez Archivos
Enero 2021
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